PERDER LA VIDA POR PENSAR DIFERENTE?

“El asesinato de Charlie Kirk(activista Cristiano Conservador) es una evidencia brutal del odio radical y fundamentalista que no tolera la libertad de pensamiento y mucho menos la palabra de Dios. Es la muestra de un corazón enfermo, dominado por la violencia y poseído por el mismo demonio, que prefiere destruir al que piensa diferente en lugar de debatir con respeto.” Hoy mataron de un tiro en cuello a Charlie.

¿Por qué hay quienes matan a alguien solo porque dice lo que cree? ¿Por qué ese odio tan profundo?

Cada muerte relacionada con el odio ajusticiado por la intencionalidad de silenciar ideas—como la de Charlie Kirk—es una advertencia: cuando las diferencias dejan de ser cuestionadas y se vuelven motivo de odio... el corazón ya no razona: solo destruye. Y esta forma intolerante de maldad viene desde el mismo Infierno!

La violencia que surge del desacuerdo no es solo una falla en el juicio, sino en el corazón. Quien mata, agrede, ofende o daña a otro por pensar distinto muestra un corazón corrompido por la rabia, la intolerancia y una oscuridad moral que deshumaniza al otro.

Vivimos en un mundo donde la maldad se manifiesta en la violencia verbal y física diaria. Gente que actúa de forma irracional, impulsada por un odio cegador.

Ante la pregunta moral: ¿Cuántos verdaderos cristianos ves matando gente porque no le creyeron a sus palabras? La respuesta, al menos para mí, es: ninguno. El verdadero cristianismo, al menos en el espíritu de Jesús, predica amor, no asesinato. Pero, tristemente, hay quienes se cubren con un discurso de fe mientras actúan sin misericordia ni razón. Ese tipo de violencia no pertenece a la fe, sino a una distorsión perversa de ella. Admire a Charlie en su defensa hacia los principios biblicos desde la apoloetica y valores cristianos.

Quien era Kirk?

Era un cristiano conservador que enseñaba y debatía en Universidades seculares con argumentos científicos y sobre todo bíblicas sobre tema como  Estados Unidos debía recuperar sus raíces “judeocristianas”. Un gran comunicador, con un gran grado apologético y teologico. En sus conferencias y podcasts, hablaba del conflicto político como una batalla espiritual entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad. Usaba textos biblicos para enmarcar debates sobre política, género, raza y educación.

Veía el cristianismo como fundamento moral de la nación y rechazaba lo que él llamaba la “secularización radical” de la sociedad.

Uno de sus temas más insistentes era la defensa de la vida desde la concepción, presentando el aborto como un pecado y un crimen contra Dios. Lo trataba como la batalla moral más grande de nuestro tiempo.

Debatia los temas  LGBTQ+, con argumentos bien sólidos de estudio biologico, cientifico, psicologicos, moral y bíblicos, afirmando la existencia de una “agenda LGBTQ” y oponiéndose con evidencias del por que no a los derechos trans. Se enfrentaba a ideas como la “cultura woke”, el feminismo, la teoría crítica de la raza y lo que percibía como ideologías liberales en las universidades.

Sin duda un erudito como el Apostol Pablo debatiendo en las grandes arenas griegas sobre el poder de transformación que tiene Jesus.

David Alberto Perez