top of page
Search

¿Deberían ocupar puestos de influencia y liderazgo personas que públicamente manifiestan alegría por la muerte de otro ser humano?

ree

Una respuesta desde la perspectiva Psicologia, moral, medica y espiritual.


En los últimos tres días, más de 40,000 personas se manifestaron en redes sociales celebrando con palabras de odio,júbilo la muerte y creando hasta camisas con dibujo del tíro en el cuello que le quito la vida a Charlie Kirk.


Lo preocupante de los comentarios públicos que celebran la muerte de Kirk es que muchos provienen de profesionales con cargos de alta responsabilidad social, como maestros, médicos, militares, artistas y otros líderes de influencia. La razón de su aparente alegría se debe a que veían en Charlie a alguien que, según ellos, promovía odio y división a través de sus respuestas en paneles y conferencias sobre temas como el aborto, la comunidad LGBT, el derecho a portar armas, entre otros asuntos controvertidos. Aquí surge una tensión importante: existe la libertad de expresión, pero también existe la responsabilidad moral y éticaque exige que nuestras expresiones estén en armonía con el rol y la posición que ocupamos en la sociedad.

Desde una perspectiva mental, científica y médica, la manifestación pública de alegría por la muerte ajena puede reflejar:


  1. Un estado emocional marcado por odio, resentimiento o falta de empatía, lo cual afecta la capacidad de relación humana y de servicio.

  2. Patrones psicológicos dañinos, como el “schadenfreude” (placer por la desgracia ajena), que muestran una desconexión de la sensibilidad básica hacia el valor de la vida.

  3. Riesgo de deshumanización, pues normalizar la alegría por la muerte del prójimo erosiona el respeto por la dignidad humana, indispensable para quienes están en puestos de formación, cuidado y defensa de otros.

Por esta razón, resulta cuestionable que quienes expresan públicamente tales posturas ocupen posiciones de liderazgo o autoridad. Liderar no es solo enseñar, curar o proteger; también es ser ejemplo de integridad, empatía y respeto por la vida.


La libertad de expresión no se anula, pero cuando nuestras expresiones contradicen los valores esenciales de respeto y humanidad, quedamos en deuda con la posición de confianza que ocupamos. Aqui miremos desde varias perspectivas sociales, mentales y espirituales para revisar la conducta de esa persona que esta en porciones publicas.


1. Desde la Psicología

  • Schadenfreude: término usado en psicología para describir la emoción de experimentar placer o alegría por la desgracia o muerte de otra persona. Puede surgir por envidia, resentimiento o rivalidad.

  • Mecanismos de defensa: a veces se manifiesta como una forma de “justicia percibida” (“se lo merecía”), lo que permite al individuo justificar sentimientos de odio o rencor.

  • Rasgos de personalidad: personas con altos niveles de narcisismo, psicopatía o trastorno antisocial pueden mostrar poca empatía y mayor facilidad para alegrarse del sufrimiento ajeno.


2. Desde la Medicina (neurociencia y fisiología)

  • Activación cerebral: estudios de neuroimagen muestran que la corteza estriada ventral (relacionada con el placer y la recompensa) puede activarse cuando alguien experimenta schadenfreude.

  • Estrés y alivio: para algunos, la muerte de una figura odiada reduce ansiedad o miedo, generando un sentimiento de “descarga” fisiológica.

  • Hormonas: la dopamina puede liberarse en respuesta a la percepción de “victoria” sobre un rival, lo que refuerza esa emoción.



3. Desde lo Emocional

  • Alegría mezclada con hostilidad: no es una alegría pura, sino un sentimiento ambivalente que combina satisfacción con agresividad reprimida.

  • Venganza emocional: suele estar ligada a resentimiento, odio, envidia o la sensación de que “se hizo justicia”.

  • Empatía disminuida: quien se alegra por la muerte del otro experimenta un bloqueo o ausencia de empatía, pues no logra conectar con el dolor que normalmente provoca la pérdida de una vida humana.

  • Posible culpa posterior: en personas con valores éticos o religiosos fuertes, esta reacción puede ir acompañada luego de remordimiento o conflicto interno.


4. Desde la enseñanza bíblica

  • La vida es sagrada: desde Génesis, la vida humana es vista como imagen de Dios (Gn 1:27). Alegrarse de la muerte de alguien refleja una desconexión con ese valor sagrado.

  • El llamado al amor al enemigo: Jesús enseña “amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen” (Mt 5:44). La alegría por la muerte del otro contradice este mandamiento de misericordia.

  • La justicia pertenece a Dios: Romanos 12:19 dice: “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. Alegrarse por la muerte de otro es querer ocupar un lugar que solo le corresponde a Dios.


A. Lo que revela del corazón

  • Amargura y resentimiento: espiritualmente, esa reacción es un síntoma de falta de perdón y de raíces de odio no sanadas (Heb 12:15).

  • Ausencia de compasión: se endurece el corazón, perdiendo la sensibilidad hacia la dignidad del prójimo.

  • Oscurecimiento espiritual: esa emoción puede abrir la puerta a más odio y alejamiento de la paz de Dios.


B. El contraste con el fruto del Espíritu

  • El Espíritu Santo produce amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio (Gál 5:22-23).

  • La alegría por la muerte de otro no proviene del Espíritu, sino de la carne dominada por ira, odio o venganza.


C. Consecuencia espiritual

  • Desconexión de la gracia: quien se alegra del mal ajeno puede endurecer su conciencia y perder sensibilidad hacia Dios.

  • Necesidad de sanidad interior: esa emoción es una señal de heridas no resueltas que requieren perdón, liberación y reconciliación en Cristo.


En conclusión espiritual:Alegrarse por la muerte de otro no viene de Dios, sino de un corazón marcado por resentimiento o falta de perdón. El camino de Cristo invita a llorar incluso por el enemigo, a buscar restauración en vez de destrucción, y a confiar en la justicia divina.


La libertad de expresión no se anula para nadie, seas de derecha, izquierda o cual quiere partido, pero cuando nuestras expresiones contradicen los valores esenciales de respeto y humanidad, quedamos en deuda con la posición de confianza que ocupamos. Aqui miremos desde varias perspectivas sociales, mentales y espirituales para revisar la conducta de esa persona que esta en porciones publicas.


David Alberto Perez

 
 
 
bottom of page